Autopsia

En general, la gente debe adquirir conciencia de la profunda misoginia que se manifiesta en todos los niveles de intercambio humano, no sólo en la leyes, sino en la menudencias de la vida diaria; en la formas de cortesía y en la convenciones (vestimentas, gestos, etcétera) que polarizan la identidad sexual; y en el caudal de “imágenes” (en el arte, las noticias y los anuncios) que perpetúan los estereotipos sexistas. Estas actitudes cambiarán sólo cuando las mujeres se liberen de su “naturaleza” y empiecen a crear y a habitar otra historia.

Susan Sontag, El tercer mundo de las mujeres.

Autopsia etimológicamente originaria de la palabra griega “αυτοψια”, es decir “ver por uno mismo” entronca con la acepción actual que hoy reconocemos como “examen anatómico de un cadáver” o “examen analítico minucioso”.

favorece el sometimiento de las mujeres y establece los mecanismos que garantizan la supervivencia de la opresión patriarcal, especialmente en acervos arraigados en torno al amor; es la naturaleza misma del poder enfundada en modelos sexistas de conducta e iconizados a través de los medios de comunicación o las campañas publicitarias que promueven un vetusto doble rasero. Como resultado, nos encontramos ante un panorama donde subyace enraizada las más primitiva de las jerarquías basadas en motivos de clase, casta y raza.

Esta dominación se torna exacerbada en sus videocreaciones, que nos atrapan en un ambiente inquietante, desconcertante, escenas donde a pesar de la utilización de analogías o elementos simbólicos, transmiten y consiguen que se palpe la violencia ejercida, creando en el espectador un estado de total desasosiego. Será en su última pieza creada para este proyecto, En cuerpo y alma, cuando se adquiere claramente un carácter más subversivo, quedando patente la impotencia del cuerpo vulnerado por el ejército de insectos que persevera para devorar lentamente todo su ser.

Pero en ocasiones, el sometimiento se vuelve agresivo y lacerante y así lo visualizamos en la instalación que Frau realiza ex profeso para esta muestra expositiva; Ni una más, que representa los 101 feminicidios llevados a cabo durante el año 2023, una estremecedora pieza de varios metros, donde la artista ahonda en el corpus de su producción artística; por un lado, la utilización de una simbología indisolublemente ligada a las mujeres a lo largo de la historia y por otro, el carácter de la transitoriedad.

Veremos como es en este sentido donde continúe su análisis la artista, tomando conciencia de la inexorable degradación natural causada por el paso del tiempo, interpelando la realización de una profunda introspección sobre la relatividad que este supone. A través de sus esculturas efímeras; elementos provenientes de la naturaleza, frutas que perfora con elementos punzantes y que aceleran su deterioro natural, percibimos un proceso biológico y paulatino, cómo se van arrugando, la pérdida del color o de su forma primigenia; metáfora de la vida misma que evoluciona hasta la decrepitud y finalmente la muerte.

Una gran fuerza emerge en sus fotografías intervenidas para las que gira su cámara y como ya lo hicieran artistas como Cindy Sherman, utiliza su propia imagen para materializar su mensaje. Sus instantáneas surgen como un poder no convocado, donde el cuerpo femenino es manipulado, atacado ferozmente, incluso mutilado ante la mirada impasible de un mundo que asume el sempiterno adiestramiento al servilismo, son cuerpos desnudos, que cargan con estereotipos heredados. Se manifiesta así un dolor no sólo físico, también emocional que crece poco a poco, que va minando todo el cuerpo por esa incesante alimentación del sentimiento de culpa, como una inherencia ante los valores dominantes.

Comisariado: María José Sánchez Gago