El cantaor no inventa: recuerda.

Esta breve sentencia de Caballero Bonald nos enseña que el flamenco es ante todo memoria y herencia. Pocas artes mantienen una conciencia de deuda tan viva, tan decisiva, tan encarnada. Y pocos cantaores han guiado su trayectoria desde esa convicción de la manera tan firme y rigurosa como lo ha hecho Diego Clavel. Su caso ejemplifica a la perfección cómo el cantaor comprometido con su arte pelea por inyectar a cada cante su individualidad, su “sustancia propia”, que señala Manuel Ríos Ruiz, pero siempre desde “una devota admiración por la historia que arrastra al interpretar los estilos.” De este modo, son los cantaores, en el decir de Ortiz Nuevo, “herederos de una tradición que siempre se renueva”. Ahí Diego Clavel. Ahí su decisiva aportación a la historia del flamenco, que trasluce en sus propias palabras, que señalan convencidas que “todo cantaor debe transmitir su forma”, “sentir lo que haces y desde luego escuchar y aprender de los viejos maestros, pero para empezar desde la raíz.” Esa ha sido su actitud ante el cante, donde además del citado Caballero Bonald, ejercieron una influencia vital Pastora Pavón, Francisco Moreno Galván y Antonio Mairena.

La presente exposición no tiene otro objeto que dignificar esa herencia de Diego Clavel al cante jondo. De ahí su título. Una exposición enmarcada dentro de la LII Reunión de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla, donde el cantaor morisco ha sido una pieza esencial desde su debut en 1971, y que conmemora precisamente sus 50 años de trayectoria profesional.

Diferentes artistas visuales han sido convocados a esta muestra en torno a la figura de Diego Clavel, con la invitación a interpretar desde diferentes campos y soportes artísticos la significación de su figura. Pintura, fotografía, videocreación e instalaciones completan así la exposición, junto a una miscelánea de premios y distinciones, discos de vinilo, letras manuscritas…, y una selección de textos y artículos de prensa que dan cuenta de su amplio recorrido en el mundo del flamenco.

La Puebla de Cazalla y su Reunión de Cante Jondo se lo debían a Diego Clavel, cuya aportación al arte flamenco se hará haciendo más indispensable conforme pase el tiempo, encargado de situar su trabajo arqueológico sobre el viejo tronco del cante en el lugar que corresponde. Ahí quedan sus seguirillas, malagueñas, tientos y soleares. Ahí la petenera, la caña, el fandango, el polo y los cantes de levante. “Trigo de edades viejas” entre “tapias níveas y olivares cobrizos” de La Puebla, como acertó a decir de él Fernando Quiñones. Entretanto, disfrutemos de su presencia y de esa “raíz del grito” que pervive en Diego Clavel.

Artistas participantes:

Alegría y Piñero, Juan Cabello, Noel Gonzales, Patricio Hidalgo,

Martín Lagares, Mario Martagón, Fidel Meneses, Francisco Moreno Galván, Antonio Moreno,

Miguel Ángel Moreno Carretero, Nuñezdedios, José María Reina Martagón