Clavo

Javier Clavo ha evolucionado constantemente a través de su carrera. En su primera etapa, se interesa por una figuración que se acerca constantemente al expresionismo, algo que se ve a la perfección en la obra que presenta en esta colección, en la que se vislumbran formas humanas, animaloides e híbridos sumergidos en un entorno negro, de contexto histórico, casi cercano a la hechicería.

Su obra a menudo refleja referencias emocionales, rasgos expresionistas y post cubistas propios de la herencia de Daniel Vázquez Díaz. Dotado de numerosos elementos simbólicos, esta pieza, como es habitual en su trabajo, presenta horror vacui, un reflejo del marasmo que posiblemente sentía por la situación que rodeaba a su país, la España negra a la que tantas veces se aluden en ensayos y novelas, reflejadas a través de la imagen.

La estampación de todas las láminas que componen esta colección fue realizada personalmente por Dimitri Papageourgiu, Medalla de Oro de Grabado en su taller de Madrid a comienzo de la década de los sesenta.