
Diego
Ruiz Cortés
La Puebla de Cazalla (Sevilla), 1930 - Sevilla, 2009
Cardos en flor
Óleo sobre lienzo
65 x 81 cm
1962
Esta pieza, de 1962 es una interesante muestra de cómo, discretamente, la evolución de Diego Ruiz Cortés iba haciéndose patente a través de su obra.
El paisaje que caracteriza a esta primera etapa, va tornándose a bodegón. Sin dejar de elogiar a la naturaleza, el artista va experimentando con la minuciosidad de las formas y con una paleta más fría, dejando patente que aún tiene muy presente a los grandes maestros del siglo XX en su estilo, reconocible en el momento por el uso de las líneas gruesas y contundentes que delimitan y componen espacios llenos de fuerza dentro del lienzo, como puede verse en la forma en que está resuelta el florero, lo que contrasta con la delicadeza con la que representa las flores que contiene.
El amor que sintieron los integrantes del Club La Rábida por el Postimpresionismo está muy presente aún en su obra, que, en este caso, puede estar más cercana a la producción de Carmen Laffón, con quien también comparte amistad en este Club, un lugar de referencia cultural para la aglutinación de los pintores que en ese momento comenzaban a despuntar.